Expreso Queretaro

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A un año del 5M la Contraloría de Qro, dice que responsables de la violencia fue la empresa de seguridad privada

Después de varios meses de investigación, el gobierno del estado de Querétaro, a través de la Secretaría de la Contraloría, ha concluido que la empresa de seguridad a cargo del partido de fútbol entre Gallos Blancos y Atlas el pasado 5 de marzo en el estadio Corregidora fue la responsable de la falla que derivó en los hechos de violencia. 

Según el titular de la Contraloría, Oscar García González, la empresa de seguridad no tuvo un control adecuado de las puertas y la vigilancia de la seguridad privada, lo que permitió la entrada de personas que cometieron actos violentos en el interior del estadio.

Aunque el gobierno del estado no tiene facultades para sancionar a empresas que laboran en eventos privados, el funcionario recordó que cuando las autoridades del gobierno del estado que se encontraban al interior del estadio iniciaron su gestión para reportar lo sucedido con algunas personas dentro del recinto que ya estaban cometiendo actos de violencia, la respuesta de las autoridades fue inmediata, pero insuficiente.

La investigación concluyó que la situación fue más una falla de la propia organización que de los servidores públicos que atendieron la emergencia. Se llamaron a los cuerpos de seguridad, a las áreas de paramédicos y a las fuerzas de seguridad para detener la situación. 

Aunque se dio de baja a dos funcionarios que no cumplieron con su labor el día de los hechos, no se determinó una responsabilidad de parte de los servidores públicos en el sentido de cómo detener la situación.

En este sentido, la Secretaría de la Contraloría reiteró que la investigación concluyó que no existe ninguna investigación en contra de los ex titulares de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Carlos Rodríguez Di Bella, y el ex secretario de seguridad ciudadana, Miguel Ángel Contreras, quienes fueron destituidos de sus cargos después de los hechos en el estadio, por aparentemente actos de omisión y pérdida de la línea de mando.

En definitiva, la investigación ha dejado claro que la falla en la organización y control de la seguridad en el partido de fútbol fue responsabilidad de la empresa de seguridad a cargo del evento, y que las autoridades del gobierno del estado actuaron con prontitud y diligencia ante la emergencia.