En una declaración que lleva el peso de la amistad y la preocupación política, Ricardo Monreal compartió sus reflexiones sobre el panorama actual. Firmó el 5 de junio lo que considera el cierre de un capítulo y expresó sentirse tranquilo y satisfecho con el resultado. Sin embargo, el foco de su preocupación se dirige hacia la posición de Marcelo Ebrard, a quien considera un amigo y compañero de lucha.

Monreal destacó que no le parece apropiado que las propias redes de sus simpatizantes descalifiquen y critiquen a Ebrard, especialmente después de haber logrado una posición importante. Hizo un llamado a la generosidad en la victoria, instando a aquellos que ya han alcanzado una posición relevante a asumirse como ganadores y permitir que la generosidad sea la guía.

El político no escatimó en advertir sobre el error de subestimar a Marcelo Ebrard, enfatizando su fuerza política y su capacidad de representación. Asimismo, subrayó que empujarlo hacia otras alternativas políticas podría ser un error. Monreal manifestó su preocupación por la situación y dejó claro su deseo de que Ebrard permanezca en el mismo ámbito político.

Monreal reveló que ha mantenido conversaciones con Marcelo Ebrard, tanto ayer como hoy, porque es su amigo y porque considera que su fuerza política es indispensable. Hizo hincapié en que Ebrard cuenta con casi 35 diputados federales, 12 senadores de la República y numerosos presidentes municipales en el país, y que no sería conveniente que esa fuerza política se alejara.

En el cierre de su declaración, Ricardo Monreal subrayó la importancia de iniciar el proceso de tejido y cicatrización en el ámbito político y de no caer en la trampa de la excesiva confianza ni el optimismo desmedido. Resaltó que aún queda trabajo por hacer y que no se debe dar por sentado, que todo está resuelto.