En el Día de Muertos, los panteones municipales de Querétaro se llenan de visitantes que llegan para honrar a sus seres queridos fallecidos. Pero detrás de la aparente tranquilidad de estos lugares, se encuentran los “boteros”, trabajadores incansables que desempeñan un papel fundamental en la limpieza y el cuidado de las tumbas.
Desde temprano en la mañana, los boteros se ponen manos a la obra para garantizar que todo esté en orden para las familias que visitarán las tumbas de sus seres queridos. En una entrevista con uno de estos trabajadores anónimos, pudimos obtener una visión cercana de su labor y su dedicación en este día especial.
“Empecé a las 8 de la mañana y voy a terminar a las 2 de la tarde”, compartió el botero. “Los boteros son buscados por los visitantes para ayudar con las tumbas, limpiar la basura, regar las flores y mantener todo en buen estado. Además de la limpieza, también ayudamos a las familias con tareas como escarbar, plantar plantas y llenar jarros de agua”.
Los boteros trabajan por propinas, y su servicio es muy apreciado por las familias que visitan las tumbas. A pesar del agotador trabajo, muchos de ellos se mantienen en sus puestos hasta altas horas de la tarde para asegurarse de que todo esté en perfecto estado.
“Estamos aquí para ayudar y asegurarnos de que las tumbas se vean hermosas para las familias que vienen a visitar a sus seres queridos”, afirmó el botero.
A pesar de la larga jornada laboral, estos trabajadores se sienten agradecidos por la oportunidad de contribuir a mantener la paz y la tranquilidad en los panteones durante esta festividad tan especial. Su dedicación y servicio son una parte esencial de la tradición del Día de Muertos en Querétaro.