El 12 de julio, Nube, una perrita de raza maltés, fue entregada a las autoridades de Control Animal de Casa Blanca en Querétaro, tras un reporte de agresión hacia una vecina. Su dueña, asegura que nunca le mostraron evidencia de la afectación, ni pruebas del reporte o de las lesiones. Solo le informaron que debía llevar a Nube para observación durante 10 días, de lo contrario, enfrentaría una multa de casi 30,000 pesos.

Intimidada por esta situación y con profundo dolor, la familia llevó a Nube a Control Animal. “Quien la conocía sabía que era una perrita sumamente amorosa con mis hijos, muy dócil y tranquila”, comenta la dueña. Llegaron a las oficinas casi a las 3 de la tarde, hora de cierre, y les informaron que los 10 días de observación comenzarían el 13 de julio, ya que el 12 no contaba por ser última hora.

Les dijeron que no podían ver a Nube hasta después de los 10 días, y confiando en ellos, la dejaron. Durante ese tiempo, sus hijos realizaron una rifa y la familia lavó carros ajenos para juntar el dinero necesario para recuperarla, que era considerable para sus posibilidades.

El 23 de julio, la dueña llamó por la mañana y le informaron que podía ir a recoger a Nube. Llegó junto a sus hijos con todo el dinero reunido con mucho esfuerzo y con la ilusión de volver a ver a su mascota. Sin embargo, al llegar, les informaron que Nube había sido eutanasiada un día antes, alegando falta de cupo, y se negaron a entregarles su cuerpo.

“Fue bastante traumático para mi familia, para mí, pero mucho más para mis hijos que siguen afectados”, comenta la dueña, quien ha buscado respuestas y justicia en diversas instituciones y dependencias, sin éxito. “Solo quiero justicia para Nube, quiero su cuerpo, que muestren por qué la mataron o que de verdad la mataron, y que esto no le pase a ningún otro perrito o familia”, concluye.

La familia de Nube pide mayor transparencia y responsabilidad en el manejo de las mascotas.