Un video viral en TikTok fue la primera señal de alerta. En él, una niña gritaba desesperadamente desde un patio: pedía que la dejaran entrar para ir al baño. El video, que superó el millón de reproducciones antes de ser eliminado por la plataforma, expuso una situación preocupante al interior de la Casa Hogar Niños Creciendo con Amor IAP, ubicada en Querétaro. Desde entonces, han surgido múltiples acusaciones que van desde maltrato infantil, explotación, desvío de fondos, hasta violencia física y emocional.
La casa hogar es operada por tres personas: Paulina “N” y Francisca “N”, madre de Paulina, quien también es una asistente de enfermera retirada y Gabriel “N”, esposo de Paulina. Los tres fungen como cuidadores de cabecera de aproximadamente 11 niños.
Los gritos que lo iniciaron todo
Testigo B, vecino del inmueble donde operaba la casa hogar, relata que el 22 de agosto de 2024, alrededor de las 10:20 p.m., escuchó a una niña llorando y gritando desde el patio que la dejaran entrar porque necesitaba ir al baño. Al acercarse para pedir una explicación, Francisca “N” respondió desde la ventana: la niña hacía berrinches y estaba con ella. “Si quiere llamar a una patrulla, que lo haga”, dijo con evidente molestia.

Testigo B efectivamente llamó a las autoridades. Al llegar la policía, Gabriel “N” explicó: “Somos una casa hogar, donde los niños han sido retirados de su casa por violencia, entonces, nosotros nos dedicamos a cuidarlos. Entonces, si los niños lloran, obviamente van a tener traumas. En este caso, con la chiquita con la que hemos lidiado, hace berrinche, es un poco incontrolable por la situación que vivió.”
Paulina “N” agregó que la niña estaba gritando para convivir con los demás niños, y no por necesidad fisiológica. Gabriel justificó su aislamiento afirmando que el psicólogo recomendó mantenerla separada porque “podría herir a los otros” y que debía “regular sus emociones” en soledad.
La policía no encontró signos visibles de violencia en ese momento.
Contradicciones y acusaciones
Días después de los hechos, una de las niñas se acercó a Testigo A, una persona exdonante cercana a la casa hogar que ayudaba regularmente con actividades y citas médicas de los niños. La niña le mencionó que la policía había acudido a su domicilio, lo cuál, alertó al Testigo A. Posteriormente, los videos de los hechos se les compartieron para que pudieran ver por su cuenta lo que había sucedido.
Testigo A, quien había aplicado para adoptar a un niño y luego decidió donar dinero al proyecto, comenzó a notar inconsistencias en el uso de los recursos. Por ejemplo, una televisión prometida, por la cuál se les había entregado la cantidad exacta de dinero para conseguir una nueva, resultó que los fundadores prefirieron comprar una de segunda mano. También se le pidió que fuera aval para un préstamo de 50 mil pesos, y terminó entregando 29 mil directamente, dinero que originalmente tenía destinado para la crianza del menor que esperaba adoptar.
La preocupación creció cuando supo que los fundadores solicitaban que otra persona —también donante— firmara como aval, quien luego denunció acoso por parte de cobranza debido al impago.
En un intento por esclarecer la situación del video viral, Gabriel “N” cambió su versión inicial, afirmando que la niña estaba en las escaleras, contradiciendo su testimonio ante los oficiales.
Finalmente, Testigo A rompió lazos con la casa hogar e interpuso una denuncia formal ante la Junta de Asistencia Privada del Estado de Querétaro (JAPEQ). En su testimonio, declaró: “Desde el 20 de agosto ella y otros niños empezaron a tener tos y temperatura. La parte en donde la encerraron es un patio parcialmente techado que no tiene cuartos y que anteriormente Paulina y Francis ya habían usado para encerrar niños que se portaban mal, lo vi un día que llegué sin avisar y me encontré a 3 de los niños en ese patio con la puerta amarrada con un mecate. Una de las niñas ya estaba teniendo un ataque de ansiedad.”
Testigo A también cuestionó la narrativa de que la niña era agresiva. Aseguró que ninguna psicóloga del Hospital del Niño y la Mujer recomendó aislarla y que incluso una psicóloga voluntaria que atendió a la menor negó que tuviera tendencias violentas.
Castigos y castigos
Testigo A, menciona que Francisca “N” solía decir que la única manera en que los niños que provienen de casas con violencia solo entendían a gritos. Según reportan, en una ocasión, la fundadora golpeó a uno de los niños y lo humilló frente a otros de sus compañeros. Una voluntaria que participaba en dicho momento, y que detuvo sus actividades en diciembre del 2023, tuvo que intervenir. Días después, la mujer fue despedida y se consideró sacar de la casa hogar al niño agredido.
Entre los castigos que presuntamente se aplicaban a los menores estaban:

- Amenazas de ser regresados al albergue Carmelita Ballesteros.
- Obligación de sentarse durante largos periodos como sanción.
- Ejercicio forzado en un gimnasio de artes marciales para cansarlos y no se les permitía participar en actividades culturales.
- Frases como “Por eso nadie te va a adoptar” “Por eso te abandonó tu familia”.
- Prohibición del uso del área lúdica y los libros, aunque las hijas biológicas de los fundadores sí podían acceder a ellos.
Además, Testigo A denunció que muebles donados, como un sillón, eran vendidos a través de Facebook Market. Tras confrontar a Francis “N”, la publicación fue eliminada, pero el sillón ya no estaba y los niños comenzaron a sentarse sobre foamy en el piso para ver televisión y jugar.
Según relata Testigo A, el vender las donaciones en especie puede ser una práctica recurrente en instituciones como Casa Hogar Niños Creciendo con Amor, sin embargo, esto solo es aceptado cuando esa donación no significa una necesidad para mejorar la calidad de vida de los niños.
Trabajo infantil para pagar clases

Testigo B, por su parte, notó que los niños dejaron de asistir a clases particulares con una maestra vecina. Más tarde, descubrió que los menores habían sido enviados a limpiar la casa de dicha maestra para saldar una deuda por clases no pagadas por la casa hogar. Según Testigo B, los niños “sacaban la basura, cortaban el pasto, trapeaban la casa” y, al preguntarles si ya no iban a clases, respondieron que no. Ante la pregunta “¿Entonces ya solo limpian su casa?”, ambos asintieron.
La justificación que se les dio ante esta situación, fue que era una manera de enseñarle a los niños a ganarse las cosas.

Por otra parte, los testigos mencionaron que durante una mudanza, los niños fueron quienes se encargaron de empacar y bajar las cosas de la camioneta, cuando ya se les había hecho una donación para contratar personas adultas y profesionales para realizar este trabajo.
Además, cuando les llegaba alguna ayuda para la casa hogar, como podrían ser sopas de pasta, barras de cereal o cualquier cosa que no se considerara primordial, solían empaquetarlas y los niños salían sin supervisión a venderlas por el vecindario. “Te las vendían en 10, 15 pesos con los vecinos. Dependiendo de lo que ellos recibieran como donaciones, ellos vendían estos productos a los vecinos.” explica Testigo B.
Amenazas y antecedentes
Tras su involucramiento, Testigo B asegura haber recibido amenazas. Relató intentos de atropello y que su pareja fue agredida físicamente por Gabriel “N”, lo que derivó en una denuncia ante la Fiscalía del Estado. Fue ahí donde se le informó que Gabriel “N” tiene una denuncia previa por violencia familiar, interpuesta por su esposa en 2020.
Testigo A relata que ambas fundadoras y el esposo tenían una dinámica de codependencia bastante tóxica y que esto se reflejaba en la forma en que tratan a los niños que tienen bajo su cuidado y a sus hijas biológicas, quién, por lo menos, la mayor, también solía atacar y humillar a los niños diciéndoles que la tienen que obedecer por que ella es la dueña de la casa hogar.

Desvío de donaciones
Tras exigir la rendición de cuentas de la donataria de la casa hogar, Testigo A señala que se encontraron gastos ajenos a los fines de la institución. A la fecha del 31 de abril de 2024, se detectaron erogaciones como un cargo de $2,425.42 en el Hotel Emporio Ixtapa, $150 pesos en el Pool Bar del mismo hotel, una comida de $2,776.00 en el restaurante Sirloin Stockade y un pago de $15,920.00 correspondiente a la colegiatura de una escuela privada donde estudian las hijas biológicas de los fundadores.

Últimos movimientos
Actualmente, la casa hogar se mudó a otra sede, dejando una deuda en el inmueble donde operaban anteriormente. Tras la viralización del caso en redes sociales, la Casa Hogar Niños Creciendo con Amor IAP bloqueó los comentarios en su cuenta de Instagram, solicitó que se diera de baja el video que evidenciaba el caso de la niña encerrada en el patio y eliminó su perfil de Facebook.