La Contraloría del Estado de Querétaro iniciará una auditoría exhaustiva a la obra del cárcamo en Paseo 5 de Febrero, luego de que este sistema fallara durante las recientes lluvias, lo que provocó encharcamientos severos y críticas sobre la planeación y funcionalidad del proyecto.

El titular del órgano de control estatal, Óscar García González, explicó que se busca determinar con precisión en qué etapa ocurrió la falla: si fue un error en la planeación, en la ejecución, en la elección de equipamiento o en la supervisión técnica. Advirtió que, en caso de encontrar omisiones o negligencia, se procederá con las sanciones correspondientes, ya sea contra servidores públicos o contra la empresa constructora responsable.

“Necesitamos revisar el proceso completo: quién elaboró el proyecto, quién lo contrató, quién lo ejecutó, quién lo supervisó y quién lo estimó. A partir de eso se podrá definir una línea de tiempo y responsables”, detalló García González.

El contralor enfatizó que por el momento no se pueden adelantar hipótesis hasta contar con toda la documentación técnica y verificar si las bombas instaladas fueron las adecuadas o si el equipo simplemente fue superado por condiciones climáticas extraordinarias.

“Puede ser que haya sido una falla por mala planeación, por una deficiencia en el equipamiento o incluso por una situación fortuita. Hoy no quiero expresar qué fue lo que falló porque no lo conozco. Lo primero es analizar los planos, el proceso constructivo y la operatividad de los equipos”, señaló.

También precisó que, si el error es atribuible a la empresa constructora, se le podría exigir el 100% del costo de reparación o reposición, mientras que si se trata de fallas administrativas o de supervisión, se iniciarán procedimientos sancionatorios contra los funcionarios involucrados.

La auditoría —que será reiniciada en los próximos días— busca no sólo esclarecer responsabilidades, sino también garantizar la rendición de cuentas y la eficacia de las inversiones públicas.

Esta revisión se da en medio de cuestionamientos ciudadanos por los constantes encharcamientos en una obra que ha sido emblemática de la actual administración estatal y que representa una de las inversiones más ambiciosas en infraestructura vial en los últimos años.