Luego de que la presidenta municipal de Cadereyta, Astrid Ortega, abandonara una reunión con el gobernador Mauricio Kuri acusando “misoginia” y “violencia política”, la gobernabilidad en el municipio quedó en entredicho y provocó que regidores de distintas fracciones políticas acudieran este lunes a una reunión con el secretario de Gobierno, Erick Gudiño, para retomar los canales institucionales y gestionar apoyos urgentes para la población.

Los regidores —del PAN, Verde, Morena y PRI— señalaron que ante la falta de diálogo, consensos y comunicación de la alcaldesa, tuvieron que presentarse como un bloque para velar por los intereses del municipio y evitar que Cadereyta quede aislado de los programas estatales.

“Venimos sin colores, solo por Cadereyta”

La regidora panista Valeria Martínez explicó que el objetivo de la reunión fue presentar una carpeta de programas que no pudieron concretarse durante este año debido a la falta de gestión municipal.

“Vinimos a proponer un programa en favor de los ciudadanos. Nos vamos muy contentos porque recibimos respuestas favorables. Presentamos proyectos de regularización de comercios, licencias de alcoholes, obras sociales y programas sociales que Cadereyta no obtuvo este año”, detalló.

Por su parte, la regidora del Verde, Laura Alexa Hernández, destacó que el acercamiento se dio sin banderas partidistas:

“Venimos como representantes de Cabildo, no con colores. Lo que buscamos es contribuir al beneficio de nuestro municipio. El secretario nos atendió con apertura y disposición.”

Ambas regidoras, ante la pregunta sobre la acusación de misoginia de la alcaldesa, afirmaron no haber recibido ningún trato violento:

“Yo conozco al secretario desde hace años. Siempre he recibido respeto y buen trato. No puedo compartir la percepción de la presidenta”, dijo Hernández.

El PRI: “Estamos desesperados porque Cadereyta reciba recursos”

El regidor priista Orlando Muñoz Flores subrayó que la situación ha llegado al punto de afectar directamente a la ciudadanía, por lo que se pactó abrir diálogo con más secretarías estatales, entre ellas Cultura, Salud, Turismo, SEDEA y SEDESU.

“Estamos desesperados porque a Cadereyta le lleguen acciones, recursos y programas, como sí ocurre en Tequisquiapan, Jalpan o Colón. La falta de gestión ha frenado proyectos, incluido el programa de regularización de establecimientos”, señaló.

Muñoz también confirmó que se abordó el tema de los daños en comunidades derivados de la distribución de participaciones federales, tema que —dijo— quedó pendiente por la falta de coordinación municipal.

Regidoras se deslindan del actuar de la alcaldesa

Sobre el video y la fotografía que la alcaldesa difundió tras el incidente con el gobernador, las regidoras prefirieron no confrontar directamente, pero dejaron claro que sus prioridades están con la ciudadanía, no con posicionamientos personales.

“Como regidora, tenemos que actuar con seriedad. No venimos a título personal. Cadereyta merece respeto. Y también es cierto que en la forma de pedir está el dar. Si te la pasas en el golpeteo sin buscar diálogo, es evidente que vienes predispuesta”, afirmó Hernández.

Los regidores coincidieron en que ante la ruptura generada por la alcaldesa, el Cabildo tomó la decisión de convertirse en el puente directo entre Cadereyta y el Gobierno del Estado.

Con el municipio enfrentando retrasos en programas sociales, infraestructura y atención a migrantes, la reunión marca un intento de recomponer la relación institucional mientras la alcaldesa mantiene su señalamiento contra el Ejecutivo estatal.