Cientos de fieles católicos acudieron esta mañana al Templo de la Santa Cruz, muchos de ellos avanzando de rodillas hasta la entrada principal, como muestra de fe y devoción.
La tradición se mantiene viva año con año, ya que los creyentes buscan agradecer favores recibidos o cumplir promesas hechas, conocidas como “mandas”.
El templo, uno de los más emblemáticos del estado, volvió a ser punto de encuentro para visitantes y peregrinos, quienes además participaron en oraciones y ofrendas dentro del recinto religioso.
Algunas personas llegan con lesiones que son curadas después de cumplir su recorrido que inicia desde la Alameda Hidalgo.