Entre un 58 y 60% de la población actual del estado de Querétaro, será un abuelo sin pensión cuando lleguen a cumplir los 65 años.
Actualmente y con datos del INEGI y Conapo, la población menor de 42 años de edad, ya no aspira a estar dentro del régimen de la Ley 73 del IMSS que garantiza una pensión al momento del retiro.
Esto quiere decir que entre 1.2 y 1.3 millones de derechohabientes se retirarán bajo la Ley 97 que garantiza una pensión a través de las Afores.
En términos de edad, se puede suponer que alguien que empezó a cotizar a los 15–20 años de edad en el año de 1997 nació entre 1977 y 1982, lo que significa que toda persona nacida después de 1982 difícilmente habría podido cotizar antes de 1997 y, por tanto, está en Ley 97.
Ahora en Querétaro, residían 172,058 personas de 65 años o más según los datos del Censo 2020, y se proyecta que esta cifra aumente a 297,713 para el año 2030, lo que significa que la población de más de 65 años crecerá alrededor del 55% anual.
Este crecimiento demográfico subraya una tendencia clara hacia el envejecimiento de la población en el estado. La misma que será aquella que no tendrá pensión como la que goza la población actual de más de 65 años.
De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población de adultos mayores en Querétaro se distribuía de la siguiente manera: mujeres 92,906, mientras que los hombres se contabilizaban 79,152.
Para el año 2030, se estima que la población de 65 años y más alcanzará las 297,713 personas en Querétaro, por lo que el porcentaje de población adulta sin la posibilidad de trabajar obligará a pensar en políticas públicas para garantizar una vida digna para las personas de más de 65 años.