La crisis en el Congreso local escaló un nuevo peldaño tras el “madruguete” de Morena y aliados, que eligieron a la diputada del PVEM Georgina Guzmán Álvarez como presidenta de la Mesa Directiva para el periodo del 2 de octubre de 2025 al 1 de abril de 2026. El Partido Acción Nacional (PAN) anunció que no reconocerá dicha designación, a la que calificó de “ilegal, ilegítima y sin efectos jurídicos”.
El presidente estatal del PAN, Martín Arango García, encabezó la postura blanquiazul con un mensaje contundente: “Querétaro no merece esto. Somos un estado de orden, de paz, donde se respeta el Estado de derecho y la gobernabilidad. Por eso no podemos permitir que el cártel de Morena realice este tipo de atropellos”.
En la misma línea, el coordinador de los diputados panistas, Guillermo Vega Guerrero, afirmó que la supuesta elección carece de validez. “Hoy no hay Mesa Directiva. La que pretendieron nombrar es ilegal, ilegítima y no existe. Gina Guzmán no es presidenta del Congreso. No vamos a reconocer esa imposición ni a trabajar bajo esas condiciones”, sostuvo.
Vega Guerrero acusó directamente al vicepresidente legislativo, Ulises Gómez de la Rosa, de usurpar funciones al convocar una sesión “sin facultades legales”, pues —argumentó— la sesión previa ya había sido concluida por el presidente Gerardo Ángeles y publicada en la Gaceta Legislativa. “Hoy hicieron una jugada con su grupito e intentaron construir una realidad alterna. Si hoy simulan una elección, mañana qué será, ¿reformas inconstitucionales, leyes contra la ciudadanía?”, cuestionó.
Por su parte, Gerardo Ángeles Herrera, presidente saliente de la Mesa Directiva, reforzó la postura panista al señalar que Gómez de la Rosa actuó “de manera unilateral y fuera de la ley”. “Cree que está en sus zonas horribles, donde hacía lo que quería, pero aquí en Querétaro no funcionan así las cosas. Esa Mesa Directiva no existe”, enfatizó.
Los legisladores enlistaron una serie de supuestas violaciones legales:
• La falta de convocatoria a los 25 diputados.
• La realización de la sesión fuera de horario hábil.
• La transmisión a través de redes sociales personales y no por los canales oficiales del Congreso.
• La ausencia de integración completa de la Mesa Directiva.
• El presunto incumplimiento del requisito de 17 votos para avalar la elección.
El blanquiazul adelantó que interpondrá recursos legales para revertir la maniobra, asegurando que defenderán la institucionalidad del Congreso. “Aquí no vamos a permitir que Morena traiga sus mañas de otros congresos. En Querétaro la legalidad se defiende”, advirtieron.
La disputa deja al Congreso en un escenario de incertidumbre. Mientras Morena y aliados sostienen que cumplieron con lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Legislativo, que exige la presencia mínima de 13 diputados y la conducción del presidente o vicepresidente en funciones para validar una sesión, el PAN insiste en que se trató de una simulación sin efectos jurídicos.
El trasfondo del conflicto es político: el control de la Mesa Directiva es estratégico porque de ella depende la conducción de los debates más importantes de los próximos meses, incluyendo la aprobación del presupuesto estatal 2026, la revisión de cuentas públicas y la designación del fiscal anticorrupción en 2026.