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Cámaras, chofer sombra y botones de emergencia: así se transforman los bares en Querétaro

El presidente de la Asociación de Cantinas Tradicionales de Querétaro y miembro del Consejo de la CANIRAC, Daniel Pérez, respaldó la estrategia de seguridad implementada por las autoridades estatales y municipales, asegurando que el sector empresarial ha trabajado en conjunto desde hace más de dos semanas para fortalecer las medidas preventivas en establecimientos con venta de alcohol.

Pérez afirmó que los empresarios buscan retomar los horarios habituales establecidos en sus licencias municipales, por lo que han colaborado activamente en la construcción del decálogo por la seguridad, que incluye acciones como cámaras de videovigilancia, control de acceso, y mecanismos para evitar que personas en estado inconveniente conduzcan.

“No podemos esperar siempre a que el gobierno nos dé algo. Como empresarios, podemos aportar más. Ya muchos de nuestros negocios contaban con cámaras y solo tuvimos que actualizar software”, señaló.

Destacó la implementación del “chofer sombra”, un servicio en el que una persona designada conduce el vehículo del cliente hasta su domicilio para evitar que maneje bajo los efectos del alcohol. Este mecanismo ya es utilizado por el 70% de los negocios afiliados a CANIRAC y Cantinas Tradicionales, quienes también ofrecen resguardo de autos en los valet parking.

Además, reconoció el apoyo de la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ), que ha facilitado herramientas como el botón seguro para taxis.

Respecto al crecimiento del sector, indicó que, aunque durante el primer semestre del año se observó una baja en la inversión, para la segunda mitad de 2025 ya se proyectan entre seis y siete nuevas aperturas de negocios afiliados.

Finalmente, Daniel Pérez hizo un llamado a la sociedad a cambiar la percepción sobre los centros de consumo.

“Sí, vendemos alcohol, pero también somos centros de consumo responsable. Hay una tendencia muy fuerte hacia las barras de mixología 0.0, donde la experiencia no depende del consumo de alcohol. Ir a un bar o cantina no significa necesariamente beber para divertirse”, concluyó.