El coordinador estatal de Protección Civil, Javier Amaya, informó que tras el desbordamiento del río San Juan en Tequisquiapan, se registró la evacuación preventiva de 62 viviendas, aunque aclaró que el afluente ya comenzó a descender y no representa riesgo inminente para la población.
“La zona centro de Tequisquiapan, particularmente en La Pila, no tuvo afectaciones en viviendas, únicamente una comunidad baja que fue atendida de inmediato por los gobiernos municipal y estatal”, explicó.
Amaya señaló que, como medida preventiva, dos escuelas permanecieron cerradas este lunes, con clases a distancia, pero confió en que este martes se reanuden las actividades con normalidad. Asimismo, destacó que la presa San Ildefonso dejó de aportar grandes volúmenes, lo que ha permitido la baja en el caudal del río.
En coordinación con la Conagua, actualmente se realizan maniobras en la presa El Centenario para regular el desfogue y estabilizar el nivel del agua.
Respecto a Cadereyta, el funcionario precisó que dos comunidades quedaron incomunicadas, aunque desde antes de la contingencia fueron evacuadas personas en situación de vulnerabilidad, como una mujer con embarazo de término y un paciente con diabetes.
En total, 260 personas fueron desalojadas, de las cuales solo dos hicieron uso del albergue temporal, mientras que el resto se trasladó con familiares y amigos. Hasta el momento, las viviendas evacuadas no presentan daños.ñ
“La prioridad ha sido salvaguardar la vida de la población y mantener un monitoreo constante en las zonas de riesgo”, concluyó Amaya.